«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Una pregunta

¿Qué pasará ahora? Es justo lo que siento, cuando falta tan poco para finalizar el año 2011.
Ha sido sin duda alguna el mejor año de toda mi vida hasta ahora, por haber viajado a Turquía, conocer a Tarkan, ver todas aquellas maravillas históricas y arquitectónicas que siempre quise conocer. Además, conocí amigos increíbles que son la personificación de ángeles aquí en la Tierra.
De todo lo ocurrido, sin duda alguna lo mejor fue haber encontrado mi verdadero hogar, aquel único sitio en todo el mundo donde me sentí realmente feliz. Gran parte de esto se lo debo a Mismo Mismo, aquella persona que sin restricciones se empeñó en alegrar mi estadía y hacerla inolvidable.
Dios o Allah sabe cuánto me habría gustado quedarme allá. Pero por diversas razones fue imposible y ahora, cada moneda que llega a mis manos la ahorro, para regresar lo antes posible. Recorreré todos aquellos lugares que no pude visitar durante mi primer viaje, pero lo más maravilloso es tener allá gente buena que me espera.
Fue realmente hermoso encontrar allá ese cariño tan sincero y entregado. Cuando viajé me había desencantado del Sr. L; creí que debería endurecer mi corazón sin dar paso a amigos o amores nunca más, porque me sentí decepcionado de todos los cariños ajenos a la familia. Sin embargo, apenas llegué al Aeropuerto Internacional de Atatürk, Dios me tapó la boca presentándome a Mismo Mismo, quien me hizo recobrar la fe en un cariño sincero, desinteresado, ajeno a cualquier perversidad o egoísmo.
Allá descubrí que el amor verdadero no sólo se remite al sórdido sexo. También pude amar a dos amigas que conocí en tierras del poeta Homero, a un verdadero angelito que mi madre adoptó como su hijo sentimental y a hermanos que ahora constituyen mi segunda familia.
Por eso dejé de creer en el Príncipe Azul idealizado y preferí quedarme con los afectos sinceros, que aún hoy perduran, pese a las grandes distancias. Aquí en Chile creí tener amigos hasta darme cuenta de cuánto tiempo puede pasar sin tener noticias suyas. En Turquía encontré amigos y afectos que sin importar las latitudes, todavía se dan tiempo para entablar una conversación, escribir un mensaje o tener algún gesto aparentemente pequeño, pero muy significativo.
Si bien aquí conservo valiosos amigos y aún guardo afecto por quienes conocí antes del viaje, ahora tengo razones de bastante peso para establecerme en Turquía cuando pueda y hacer todo lo honestamente posible para lograrlo.
Por fin no estoy solo, no me siento ajeno al mundo, comprobé que mi familia es más grande de lo aparente y además, mi corazón se ha purificado hasta ser correspondido en sentimientos bienintencionados, que defiendo plenamente.

No hay comentarios.:

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.