He abierto nuevamente el blog para su lectura pública después de tenerlo cerrado durante meses. Es debido a que lo considero parte de mi legado, recordando el tema que traté en la anterior entrada. Ésta es mi huella, mi trabajo, lo que quedará de mí cuando me haya ido. Leyendo este espacio el mundo podrá tener una noción bastante exacta de mis intereses, mis palabras y pensamientos. Ésta también es mi obra, aunque no sea publicada por ninguna editorial ni se me dé mucho crédito por ella.
Sin embargo, les pido a mis lectores frecuentes que hagan comentarios y den sus nombres al publicarlos, en parte por respeto a quien ahora les escribe, pues ustedes siempre han sabido quién soy y nunca me he escondido tras el anonimato.
Por un tiempo tendré el blog a prueba, esperando comentarios de los lectores que realmente se interesen en opinar sobre los artículos de manera responsable. Empero, si recibo en mi buzón de correo electrónico demasiadas notificaciones con comentarios anónimos promocionando páginas del estilo «Chicas candentes te esperan» o avisos comerciales, me veré obligado a restringir los artículos para que sólo usuarios registrados de Blogger y Google puedan publicar opiniones.
Éste siempre se ha caracterizado por ser un blog serio, dentro de ciertos márgenes de informalidad necesarios para llegar a más gente. En mis años como bloguero, internauta, escritor y columnista crítico me ha tocado conocer a muchos lectores inconformes, que usando la amedrentación intentaron impedir la publicación de algún artículo en éste, mi espacio por el cual no recibo ni un centavo. Si sigo escribiendo no es sólo por el placer de plasmar mis pensamientos, sino también porque creo tener el democrático derecho a expresar -siempre con respeto y de modo constructivo- mis inquietudes sobre ciertos temas que pocos nos atrevemos a abordar.
Ésta es la razón de escribir por oficio sin beneficio y en virtud de ello, les ruego navegar aquí con la misma tolerancia que siempre me ha caracterizado, humildemente lo digo, al leer todos sus mensajes y publicarlos cuando corresponde, sin desmarcarme del contexto general.
Gracias por acompañarme, en esta extraña aunque entretenida aventura. Ustedes hacen que esto tenga sentido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario