Y pensar que hace un año yo estaba de vacaciones en la preciosa Turquía, disfrutando excelentes amistades, sitios maravillosos y experiencias inolvidables. Hoy estoy enfermo de influenza AH1N1, con reposo relativo, mucho frío y nostalgia.
He llenado páginas completas escribiendo los cambios que he tenido desde aquel viaje y sin duda el más importante ha sido descubrir un muy satisfactorio camino espiritual.
Tengo tantas súplicas para este Şaban. Confío en que Allah las escuche todas y perdone mis errores en Berat. Ciertamente no podemos evitar equivocarnos, pero siempre esperamos que Él nos escuche.
No le pido esa misma incondicionalidad a los seres humanos, porque sé que es imposible. Yo mismo le he fallado a gente que seguramente esperaba algo de mí y hoy ni siquiera me piensa. Seguramente no podemos evitar decepcionar a otros, sin importar cuánto les amemos, pero ello no significa que el amor deje de existir en nuestros corazones.
La palabra escrita se hace escasa para expresar todo aquello que ahora me importa y aunque parezca increíble, muy poco de mi vida anterior ha sobrevivido con sentido propio. De aquello, sólo algunos asuntos son realmente trascendentes, tanto como para ocupar mis pensamientos durante el día y la noche.
Ésta es la primera carta escrita a modo de artículo, explorando los sentimientos de mi corazón, que dejé allá en Üsküdar el atardecer del 17 de julio pasado. Bajo el título Corazón osmanlí, estas misivas seguirán publicándose hasta febrero próximo, cuando yo tenga más clara la lectura, inşallah!
Cuando este blog, mis novelas -publicada e ineditas- y hasta mis diarios sean leídos por quienes me aman e incluso por aquellos que ni siquiera me conocen, sólo Allah sabe qué impresión les causaré. Por ahora solamente puedo decir que carece de total importancia la idea que tengo de mí mismo, porque otros asuntos son indudablemente más relevantes.
Tal vez para un lector frecuente de mi blog sea difícil de ahora en adelante entender lo que escriba. Quizás como escritor debería pulir mi estilo con cada letra y sin embargo, lo cierto es que a veces los sentimientos son tan profundos que no pueden explicarse, sólo sentirse.
Si dejo a un lado todo cuanto significó para mí hasta hace dos años y que en nada me retribuyó, merecerá la pena si lo reemplazo por aquello que tiene verdadero sentido en mi vida desde hace un año.
1 comentario:
Linda carta...te entiendo...la vida cambia mucho una vez que decides seguir este camino. Inshallah será todo una bendición. As salam aleykum!
Publicar un comentario