Bismillah.
Nuevamente recibí un comentario en la entrada Haygente que nace para estar sola. Esta vez es de una chica llamada Naty que dice:
«hola
soy Naty y no todas las personas nacen para el amor. Yo no nací para el amor. Jamás
me casaré, me quedaré soltera para siempre porque no soy tan linda y no he
encontrado pareja que me haya gustado en mi vida». Corregí las faltas
ortográficas para facilitar la tarea del traductor en línea.
Me doy cuenta de que generalmente son
mujeres, tal vez adolescentes o muy jóvenes, quienes comentan mis entradas casi
tan desesperanzadas como yo. Chicas: su soltería perenne no es un problema de
belleza física o la falta de ésta. Es más bien un asunto de actitud frente a la
vida y que uno tiende a fracasar en sus relaciones, de todo tipo, por repetir
patrones conductuales tales como siempre enamorarse de la persona menos
indicada o idealizar a la pareja de turno y no aceptarla tal como es.
En mi experiencia y por casos que he conocido
de cerca, cuando uno asegura que se quedará solo o que nunca más en la vida se
enamorará, acabamos enamorándonos ni bien terminamos esa frase. Uno no puede
saber lo que ocurrirá más adelante o si conoceremos a alguien que sí se fije en
nosotros más allá de las apariencias.
Si constantemente nos involucramos con gente
que sólo se fija en el cascarón, obviamente saldremos mal parados porque desde
antes nosotros mismos nos consideramos poco agraciados. En este mundo y desde
un punto de vista bastante terrenal, ¿quién nos querrá si no nos queremos a
nosotros mismos?
En lugar de concentrarnos tanto en los defectos
físicos que podamos tener, deberíamos focalizarnos en potenciar nuestras
capacidades generales y particulares, como seres humanos integrales: la
inteligencia, la simpatía, la sensibilidad en todo sentido y cualquier cualidad
que Allah (swt) nos haya dado.
No hablo sólo de nuestras relaciones
amorosas, que algunos desarrollan con bastante más prontitud que otros. Hablo también
del crecimiento emocional integral. ¿Cuántos de ustedes han descuidado amigos y
familia cuando tienen pareja? Casi todos, me atrevería a decir sin temor a
equivocarme.
Tendemos a sabotear nuestras propias
relaciones para justificar a veces una soledad a la cual estamos más
acostumbrados; tanto, que sin quererlo nos hace sentir cómodos.
Alimentar un afecto de cualquier clase implica
ejercer una tolerancia constante, que a veces no tenemos, para empatizar con el
otro e intentar dejar a un lado los juicios valóricos. Quizás lo más difícil de
las relaciones interpersonales sea aceptar al otro individuo como un igual y
desde allí, disculpar sus errores y defectos además de sólo quedarnos con sus
aciertos y virtudes.
El fracaso en nuestras relaciones suele ocurrir
porque somos dictadores imponiendo la idealización de un individuo, afecto o
situación determinados. «Me gustaría que fuese diferente». Tendríamos más éxito
si sólo aceptáramos las cosas y personas como son.
Para que me entiendan, pondré un ejemplo de lo más
simple. Siempre he sido moreno y aunque guapo, no llego a tanto como un modelo
de Calvin Klein. Sin embargo, puede haber personas a las cuales les
simpatizaría más siendo rubio. ¿Por qué debo cambiar mi aspecto para ganar el
afecto de alguien? Si algo o alguien siempre ha sido de un modo y no ha
representado problema alguno, quiere decir que está bien como es. La persona
que no te acepta tal como eres, no puede estar contigo sino que debe
conformarse con ese personaje idealizado que está en su mente, intocable e inalcanzable
porque es ficticio.
A veces nos empeñamos en mantener con nosotros a
personas que no nos aceptan como somos y no los dejamos ir. Debemos aprender a
lidiar con nuestros apegos emocionales y distinguir entre la muchedumbre a
quienes deban quedarse. En ese sentido Naty, ocasionalmente pecamos de
malagradecidos porque no valoramos al que tenemos desde siempre, lo descuidamos
a favor de quien nos rechaza.
Cuando tenemos una relación de ese tipo, ambas
partes idealizan al otro y muchas veces, cometemos el error de creer nuestra
propia mentira sobre el compañero o la compañera antes que aceptar su verdad, a
quien realmente es. Seríamos más felices si hiciéramos desde el principio lo
segundo. Existen aquellos que permanecen solos porque viven buscando la pareja
ideal, pero en este mundo la perfección no existe.
Si aceptas cambiar en nimiedades por la aprobación
de alguien, más adelante deberás aceptar cambios mayúsculos hasta que un día,
te mirarás al espejo y no reconocerás el reflejo en tanto, seguirás sin ser
aceptada por quien quiso transformarte. ¿Merece la pena?
Podemos tal vez cambiar características como el
malgenio, para evolucionar como seres humanos. Pero de ahí a ser completamente
distintos porque hubo quien nos rechazó siendo auténticos… Ésas ya son palabras
mayores. Todos hemos vivido que para gustarle a un individuo, nos despersonalizamos
adoptando su modo de ver la vida y comienza a gustarnos su equipo de fútbol o
le damos la razón en todo cuanto dice. Sólo cuando nos desenamoramos recobramos
nuestra verdadera identidad y vemos lo estúpidos que fuimos.
Tal vez Naty, lo que necesites sea mirarte a ti
misma y comenzar a apreciar más las cualidades que tienes, aquellas que tus
seres queridos valoran también y por las cuales están contigo. Con perdón, pero
es demasiado egoísta quedarte encerrada en un convento porque un descriteriado
te hizo creer que no eres linda. ¿Y él qué sabe? Posiblemente lo que le pareció
feo, otra persona lo vea hermoso. ¿Te vas a quedar encerrada dejando que otro
te diga cómo debes pensar de ti misma? No le des ese derecho de arruinarte la
vida.
Existe toda una corriente psicológica afirmando que
cuando alguien te critica un defecto, en realidad está viendo reflejada en ti
alguna carencia suya. Dime de lo que te afanas y te diré de lo que careces,
básicamente.
El mundo está lleno de personas y sin importar
cuánto te equivoques eligiendo amistades o buscando pareja estable,
inevitablemente y si Allah (swt) lo permite, acabarás encontrando gente que
quiera estar contigo, con aquella que realmente eres.
Si nos quedamos encerrados por temor a enfrentar
nuestras limitaciones muchas veces inventadas, somos desagradecidos con Allah
(swt) al desaprovechar los dones que Él generosamente nos da. Tal vez has
tenido malas experiencias buscando el amor, pero si no dejas que la persona
indicada se beneficie de tus dones, estás privando a alguien de ser mejor como
persona sólo por conocerte. Además, por mucho que reniegues del amor o quieras
quedarte sola, si Allah (swt) tiene otro destino para ti, no podrás evitarlo.
Así que sal fuera y no malgastes tu vida
amargándote. Todos tenemos algo qué entregar. Elhamdulillah, yo lo hago a
través de la escritura y tú sólo debes dejar aflorar ese don particularmente
tuyo.
A todos: cuando lo intenten y vean los resultados,
escríbanme para saber qué tal les fue.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario