«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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martes, 17 de junio de 2014

No somos sólo caras bonitas

Escribo este artículo para demostrar lo tóxico que puede ser un rumor infundado. Anoche navegando en la internet, esta red tan amplia de conocimiento y a veces igualmente perjudicial según el uso que le demos, di con una nota sobre la renuncia del periodista José Antonio Neme a TVN y aunque antes sólo había escuchado su nombre sin relacionarlo a ningún rostro en particular, me interesé en saber más pero casi accidentalmente di con cierto blog donde estaba publicado un post titulado Los periodistas gay: me cae mal Caniulef, escrito por Andrés (sin apellido).
En él menciona algunos profesionales del periodismo que han revelado su homosexualidad y otros como Neme, diciendo que tiene una «homosexualidad latente» porque en cierta entrevista para LUN dijo andar con el vestido en la cartera.
Cabe mencionar que en el mismo artículo el autor menciona a continuación una serie de cualidades muy positivas que destacarían al periodista por sobre la media gay de este querido país llamado chile. Así pues no pierde oportunidad para decir que es liviano, súper amoroso, amable, profesional y dulce. Como yo no lo conozco personalmente, sólo puedo decir que en efecto es muy profesional, sin descartar que sus otras virtudes aquí destacadas pudieran ser reales.
Sin embargo, hay algo que me molesta y aunque el post fu escrito el jueves 17 de enero del año pasado, tal vez muchos de ustedes dirán que soy exageradamente grave. Pero en primer lugar la orientación sexual de este hombre como la de cualquier otro individuo no debería importarle a nadie. Además, a mi modo de interpretar el texto como comunicador social que soy, Andrés dice varias veces que José Antonio neme es homosexual a pesar de tener tantas cualidades, como si éstas no valieran por sí mismas y al contrario, quedaran anuladas por la supuesta orientación sexual del periodista. Digo supuesta porque alo menos en estos casos, mientras yo no lo vea compartiendo lecho junto a otro hombre con mis propios ojos –cosa que muy probablemente jamás pasará-, no me atreveré a asegurar algo siendo tan categórico. El texto en cuestión, con pésima ortografía que ocasionalmente corregí, dice:
«José Antonio Neme es gay, es gay y aunque no se ha confesado gay, todo el mundo sabe que es gay (si hasta la gente heterosexual sabe que es gay). Pero no importa, yo a él le acepto su homosexualidad latente porque es lejos, lejos, lejos el weón más liviano de sangre de los gays de este país. ES UN AMOR EL WEÓN! es súper amoroso, amable, profesional, dulce... una vez dijo para LUN que andaba con el vestido en la cartera: qué weá más gay y dulce. Es que no es desagradable, él es demasiado amoroso y aparte RICO, ES UN CACHORRO OSO!!! Me lo imagino en la cama como un dios cachorro oso, debe tener un gran pene y un culo delicioso. Él es entero de rico, su cuerpo es la raja, sus hombros, su barba, su vello corporal.
José Antonio Neme, a pesar de que sonrías siempre e incluso con las noticias más heavy, a pesar de tu homosexualidad latente, yo me caso contigo: así que agarra tus cosas, tu cartera con el vestido de novia, el pasaporte Y NOS VAMOS A CASAR LOS DOS A CANADÁ.
PD: Estamos súper cerca los dos, le haces clases a uno de mis amigos del blog más cercanos... en volá podríamos hacer un trío». 
¿Cómo se puede hablar tan seguro lo que se está diciendo si no hemos tenido la oportunidad de confirmarlo? Tal vez Neme sea un prototipo modelo de heterosexualidad y vaya por ahí seduciendo mujeres cual Don Juan Tenorio, aunque no tan cursi; quizás efectivamente sea homosexual –aunque no lo aseguro- y los demás gays del medio televisivo se lo peleen; posiblemente y otra vez no lo puedo asegurar, tanto hombres como mujeres puedan disfrutar de sus mieles, dándome una licencia poética. ¿Pero a quién le importa? Lo que realmente interesa es si resulta un buen tipo, ni siquiera si se propone ser profesional sino sólo que tenga un corazón limpio. Todo lo demás es inútil añadidura.
En estos tiempos modernos me parece realmente insólito que vayamos por la vida fijándonos si alguien es gay, porque lo tomamos como si hubiésemos encontrado algo qué sacarle en cara, similar al supuesto pasado pornográfico de alguna exitosa estrella hollywoodense. Los chilenos tenemos la mil veces maldita maña de buscarle defectos a las personas llenas de cualidades o simplemente exitosas, pues no soportamos que a otro le vaya mejor en la vida de lo que a nosotros nos va. Y cuando no queremos ser señalados negativamente porque calumniamos a alguien, decimos todo como si de una broma se tratase, por debajo de la mesa, para ver si el afectado se da cuenta del insulto o pasa desapercibido. Estemos libres de tener que decir algo a la cara, de frente y con los pies bien plantados, porque enseguida la mayoría sale corriendo a perderse o niega todo aquello que haya dicho… El chileno promedio es maestro en eso.
Por eso cuando queremos decir algo de alguien lo publicamos en redes sociales, nos inventamos perfiles con falsos nombres… Lo que sea para decir cualquier cosa desde el anonimato y disfrutando de la impunidad.
El chileno, señoras y señores, es así. Por eso en este país tienen tanto éxito los programas de farándula y reality shows donde la plebe puede regodearse en las peleas, murmuraciones y desgracia del prójimo cual circo romano. De seguro Nerón y Calígula se sentirían como en casa.
No pretendo en absoluto que el autor del blog se sienta atacado. Seguramente tuvo una intención liviana sobre analizar desde su perspectiva la incursión creciente de periodistas gays en el medio televisivo y al mismo tiempo, evaluarlos. Hasta ahí todo bien e incluso puede tomarse con humor lo que dice acerca de casarse en Canadá con José Antonio Neme, pues hoy podría ir a Brasil aprovechando que al periodista le agrada tanto ese país y ahora se celebra allí el Campeonato de la Copa Mundial de la FIFA 2014. O incluso si lo prefiere, podría ir más cerca, a Argentina para visitar las tanguerías y comer un cordero al palo durante la Luna de Miel en lugar del pollito al velador. ¿Ven que también tengo mi sentido del humor, aunque sea particular?
Bromas aparte y considerando el obvio propósito humorístico que tuvo Andrés, me parece que desenmascarar a una persona por su supuesta orientación sexual es el recurso más básico que podemos usar para perjudicarla. Actualmente y salvo algunas excepciones muy puntuales, nuestra sociedad está más tolerante, dispuesta a admirar el profesionalismo de un periodista simpático a la vez que guapo -¿por qué no decirlo?- sin importar con quién se acueste. Nuestra sociedad occidental con toda su corrupción moral y la modernidad de la cual tanto nos jactamos, ya no discrimina a ningún personaje público porque se sepa su orientación homosexual.
Si somos capaces de tolerar a cualquier modelo rubia o morena diciendo con quién se acostó, no nos hace ni cosquillas que un hombre mediático admita su homosexualidad y como ya he dicho en este blog, no me gusta referirme a ello como confesar porque aquel verbo contiene implícita una reprobación social que es muy anticuada, como si ser gay implicara forzosamente tener conductas depravadas que el individuo deba ocultar.
Por otra parte, este afán de sacar a todos del armario a la fuerza no contribuye en nada a la causa GLBTI, que puede ser muy válida para quien respete. Al contrario, da la impresión de que sólo se pretende frivolizar el asunto. Es como si el gay promedio siempre buscara erotizar la figura masculina más allá del valor humano y por supuesto, hacer este juicio generalizado sería demasiado injusto.
A lo largo de este blog y sólo con alguna excepción que obviamente se me debe haber pasado durante estos años, he intentado que mis lectores aprendan a valorar la calidad humana por encima de las diferencias superficiales como orientación sexual, raza, ideología política o creencia religiosa por ejemplo. Ya es hora de que nuestra sociedad aprenda realmente a mirar el fondo y no la forma, en lugar de llenarnos con discursos contra la discriminación que poco o nada logran.
En el caso de José Antonio Neme y sin conocerlo personalmente, puedo decir sólo con verlo por televisión que tengo una gran impresión de él, pues la gente cercana parece apreciarlo mucho. Cuando considero esto, al menos a mí me importa menos aún una característica tan irrelevante como su orientación sexual. Andrés se refiere al periodista como un objeto sexual que obviamente desea, describiendo su cuerpo y revelando las expectativas íntimas que tiene en sus fantasías eróticas pero sin espantarme porque en mí no cabe la mojigatería, estoy seguro que quien fije sus ojos en una persona se verá más cautivado por el corazón, el alma y el espíritu pues lo demás es absolutamente pasajero… Tanto como para no durar más de una noche.
Demás está decirles que en mi experiencia hay dos tipos de personas en este mundo: las prejuiciosas que ni siquiera se molestan en conocer bien a alguien para apuntarlo con el dedo y por otro lado, quienes sobrevaloran las cualidades en otros al punto de no ver sus defectos o minimizarlos demasiado. Intentemos hallar un equilibrio para no decepcionarnos siempre, pero jamás cometamos el error de hablar desde la ignorancia y sólo por las apariencias. La única orientación que importa es hacia donde nos dirige el corazón.
Dudo que Neme gaste siquiera un minuto de su tiempo leyendo este artículo y mucho menos el blog, pero de todos modos quise escribir para reivindicar el verdadero valor de un ser humano. Espero que así lo entiendan mis lectores sin arriesgar demanda, pues siendo un individuo con capacidades diferentes por mi silla de ruedas, he aprendido que ni siquiera podemos esperar respeto si no lo damos.

4 comentarios:

Pedro Pitofino dijo...

El tiempo que perdemos en juzgar a los demás es un tiempo que no vivimos.

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Exactamente. Nos preocupamos de las vidas ajenas y dejamos de lado la nuestra.

claudia dijo...

Creo que tu interpretacion es´perfecta no podemos juzgar sin conocer, muy interesante el blog muy lindas palabras destaquemos lo bueno de las personas..gracias por ser un aporte

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Gracias Claudia por tus palabras y por leer mi blog. Como escritor es gratificante ver que mi mensaje llega a alguien. Espero que me sigas leyendo. Saludos.

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.