«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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viernes, 20 de febrero de 2015

Mi actual parada frente a la vida

Tarde o temprano, llega una edad para pararse frente a la vida y decir «Éste soy yo y de acuerdo a mis circunstancias, así veo el mundo». Pues bien, hoy he charlado con mamá durante la tarde como acostumbro hacerlo y he llegado a ciertas conclusiones con respecto a sucesos que han tenido lugar en mi vida durante los últimos trece meses, que preferí callar porque no son únicamente mis problemas y la demás gente involucrada no merece ser expuesta… ¿Para qué? Sin embargo, ahora con la mayor delicadeza que me permite el ser escritor, quiero decir ciertas verdades, sabiendo que algunos concordarán conmigo y otros no; pero cuando llegas a este punto, te da lo mismo, porque sólo importa decir lo que tienes atorado en la garganta. Espero tengan paciencia para leerme considerando el tiempo invertido en escribirlo y además, puede que a muchos de ustedes ya adultos esto no les sirva, pero lo dejo para gente como mis sobrinos, que mediante Allâh (swt) podrían alcanzar una edad en la cual puedan asimilar mis palabras. Aquí va:
1.-       Yo, Yahya, soy musulmán y si Allâh (swt) así lo quiere, dejaré esta vida siéndolo. La religión es un método simple para relacionarnos con el Creador y no debemos permitir que un ser humano imperfecto nos lo complique, imponiéndonos su modo de práctica. Si aceptamos que otros interfieran en nuestra relación íntima con Allâh (swt), corremos riesgo de que nos transfiera sus temores, prejuicios y culpas. La religión nos permite acercarnos al Creador, pero ninguna persona tiene derecho a decirnos lo que Él piensa o cómo actuaría en cada caso, pues Él ve nuestros corazones y sabe lo que nadie más conoce.
2.-       Siempre he dicho que al hacer Shahāda, acepté los planteamientos del Islam pero no inicié una carrera hacia la santidad. Soy el primero en reconocer mis limitaciones humanas físicas, psicológicas y emocionales, algunas de las que me doy cuenta y otras que ni siquiera noto pero los demás sí. No hice Shahāda para creerme perfecto ni señalar a los demás por sus errores. Soy musulmán en la medida que puedo y no pretendo la admiración ni acepto el repudio de los demás según sean mis acciones. Si soy musulmán es porque así lo quiso Allâh (swt) y no debo pasar por exámenes morales cada vez que un individuo me crea desviado. Cuando adopten un credo, vivan de acuerdo a su religión, pero no se dejen influenciar por opiniones de otros individuos. Sean seguidores de Dios (Allâh) y no de los hombres.
3.-       En este tiempo he sufrido el rechazo de algunas personas que me sacaron de sus vidas como si fuese un trapo desechable. Algunos me prometieron amistad eterna y ahora ni siquiera me preguntan cómo estoy. Es verdad que debería acostumbrarme a estas circunstancias porque todas las personas son así y los únicos con quienes puedo contar, son mis parientes, contando sólo algunas amistades muy específicas. ¿Por qué yo debo buscar a las personas que dicen quererme para decirles lo que me pasa, si no demuestran interés? No hice Shahāda para que la gente me quisiera más ni pretendiendo conseguir el afecto de nadie en especial y si algunas personas desacreditan mi Islam por creerme indigno, es su problema, no el mío.
4.-       Podría decirles a mis ex amigos que algunos seres queridos parientes y amistades están muy mal por circunstancias graves que no cabe detallar aquí, podría incluso describirles todas mis enfermedades. Pero no soy tan miserable como para aprovecharme del auténtico sufrimiento de otros o el propio para ganarme el cariño de algunas personas en base a su lástima. Cuando alguien te quiere, es porque te valora y no porque siente pena por ti.
5.-       Yo soy un hombre frágil e inseguro, lo reconozco y lo acepto como parte de mi personalidad, que se ha forjado en base a sufrimiento. Por eso, quien se gana mi amistad tiene todo mi cariño desmedidamente. Sin embargo, cuando alguien me lastima creo tener derecho a levantar algunas barreras y no ser tan entregado, para protegerme. No soy tan orgulloso y a veces la gente me humilla a ultranza porque doy pie para eso, pero algunos se aprovechan de eso.
6.-       Defiendo los derechos de las minorías sexuales a no ser discriminadas, porque conozco de primera mano lo que hace la discriminación y sufrí durante toda mi infancia que por diversas razones, algunos me maltrataran. Si a alguien esto le incomoda, no es mi problema y tampoco acepto que otros me digan qué causas debo defender, pues seguramente ninguno se ha puesto en los zapatos de un paria social. Deben tener claro que absolutamente todos somos discriminados sin excepción por padecer una enfermedad, raza, orientación sexual, ideología política, credo religioso, posición económica, origen social o cualquier otro motivo… Pero a pesar de ello, algunos creen tener derecho a discriminar a otros porque les permite evadir su propio dolor.
7.-       Hay veces en que puedes culpar a otros por lo que te ha ocurrido. Pero llega el momento en que debes hacerte cargo del dolor y superarlo antes de que éste te supere. Cuesta ser un individuo resuelto, empoderado y seguro, pero es posible si te lo propones sin permitir que las circunstancias sean más importantes que tu valor. El dolor en esta vida es inevitable, pero el sufrimiento como todo lo demás, no es eterno. Sea que te refugies en Allâh (swt) como yo o no, las heridas siempre cicatrizan con el tiempo y despertarás un día habiéndote acostumbrado a ver la marca, pero no te importará porque será parte de ti.
8.-       Un día dije que tener sentimientos es parte de ser humanos y no puede ni debe evitarse; si alguien intenta coartar tus emociones, te quitan parte de tu humanidad y libertad. A esto, alguien me respondió que las personas tenemos espiritualidad y racionalidad además de sensibilidad, pues somos una realidad compleja. Cuando digo que tenemos derecho a sentir, no me refiero necesariamente a que debamos desatar nuestras pasiones como alguien podría interpretar; pero tampoco es correcto que una persona tan imperfecta como tú te juzgue, porque todos cometemos errores y sólo Allâh (swt) puede juzgarnos.
9.-       Cuando debas decir algo, escoge muy bien tus palabras y refúgiate en Allâh (swt) para que tu lengua no te traicione. No seas impulsivo pero tampoco permitas que los demás callen tu voz, pues tal vez estarás diciendo lo que nadie más se atreva a hablar por cobardía.
10.-     Allâh (swt) está siempre muy cerca de ti, aunque te niegues a aceptarlo. Si no percibes Su presencia, no quiere decir que Él esté ausente. No permitas que nadie te convenza de lo contrario ni aceptes que otro determine tu cercanía con el Creador según tus acciones.
11.-     Todos podemos pelear por una causa, pero sólo está perdida cuando nos rendimos. Escojamos bien las batallas, pero que siempre sean nuestras y aprendamos a retirarnos oportunamente cuando nos quedemos sin municiones. Si debemos llorar, hagámoslo por perder a quienes nos valoran realmente, pues esta vida es demasiado corta para sufrir por cualquier razón. Si alguien no nos aprecia, ya lo hará si Allâh (swt) lo determina, pero primero debemos amarnos nosotros mismos, pues nadie quiere a quien se humilla en exceso.
12.-     No caigas en el orgullo ni la soberbia, pues podrías causar el sufrimiento de quien realmente te aprecia y es algo que difícilmente se recupera después. Cuando alguien es orgulloso, acaba quedándose solo. Somos pasajeros y al irnos, nuestro recuerdo será breve como un pestañeo.
13.-     Durante esta semana he descubierto vergonzosas mentiras de gente con cuya amistad contaba. Hay dos verdades innegables: la mentira no es eterna y la gente mala existe. Elhamdülillah su influencia sobre nosotros no dura mucho.
14.-     Todos los errores causan sufrimiento. Aprende de tus equivocaciones para que el dolor no sea en vano y al menos intenta no tropezar dos veces con la misma piedra.
15.-     Respeta a tus mayores, pues aunque hayas alcanzado la mayoría de edad, ellos siempre sabrán más que tú. La gente al alcanzar los treinta años, cree que ya sabe todo de la vida y sin importar la edad que tengamos, la verdad es que nunca sabemos nada, por eso nos equivocamos toda la vida.
16.-     Parecerá obvio, pero dada la gran cantidad de gente que podrías conocer a lo largo de tu vida, debes aprender a diferenciar entre quienes son realmente importantes y quien es sólo una persona más porque tu amor, respeto y atención no alcanzarán para distribuirlos a todos en una justa medida y tampoco puedes pretender que te valoren como crees merecer.
No sé si más adelante cambie mi planteamiento pero actualmente, es lo que pienso. Es todo lo que recuerdo por ahora, pero si me viene a la memoria algo más o llego a reflexiones que me parezcan importantes, las entregaré inşAllah a su debido tiempo.

20 comentarios:

Judithh C. Aragón dijo...

Recién terminé de leerlo. Me quede sin palabras. Muchos pasamos por eso y me gusta mucho que pongas a Dios ante todo en lo que escribes, en tu vida. Me sirvió mucho leerlo. Dios te bendiga querido amigo. Y me quedo con esta parte: "Allâh (swt) está siempre muy cerca de ti, aunque te niegues a aceptarlo. Si no percibes Su presencia, no quiere decir que Él esté ausente. No permitas que nadie te convenza de lo contrario ni aceptes que otro determine tu cercanía con el Creador según tus acciones"

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Me encanta que me citen, jeje... Saludos amiga.

Judithh C. Aragón dijo...

jeje...Felicidades por lo que haces. Lo leeré más seguido. Saludos.

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

En el mismo blog puedes hacerte seguidora al costado izquierdo y así, recibes mis actualizaciones por correo electrónico. Por ahora, tienes siete años atrasados (los que ya he escrito el blog) :)

Judithh C. Aragón dijo...

Seguro! lo haré! Oh! bastante tiempo y que sean muchos más Dios mediante Tu experiencia, lo que escribiste hoy me sirve mucho, no lo olvidaré...

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Me alegro, aunque el blog ha cambiado según yo cambié.

Judithh C. Aragón dijo...

Comprendo. Eso me gusta.

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Claro, uno tiene que evolucionar.

Judithh C. Aragón dijo...

Exacto! Uno puede repasar luego lo que escribió tiempo atrás y ver como ha crecido.... Yo escribo desde hace mucho en un cuaderno y me sirvió muchas veces leerlo. Todo sirve.
ueno, nada que ver mi cuaderno con lo que escribes en tu blog jaja Pero allí está mi vida también...jeje

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

¿Escribes un diario? Yo llevo uno desde que tenía cinco años y ahora tengo treinta y tres.

Judithh C. Aragón dijo...

Si, Yo escribo desde los 12 años. Y ya tengo 25 años Escribes desde los 5? Tan chiquito. Que bueno.

Judithh C. Aragón dijo...

Si, Yo escribo desde los 12 años. Y ya tengo 25 años Escribes desde los 5? Tan chiquito. Que bueno.

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Escribir es lo mío, nunca mejor dicho... El primer diario me lo regaló mi abuelita materna (Q. D. E. P.).

Judithh C. Aragón dijo...

Ella ya había visto tu talento para ello seguro.

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Despertó mi vocación.

Judithh C. Aragón dijo...

Que bello Yo no los tuve, solo conocí a mi abuelo poco tiempo antes de que se fue U.U Es un dicha muy grande pasar el tiempo con ellos, personas llenas de sabiduría...

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Generalmente la gente no aprecia a los abuelos como debiera.

Judithh C. Aragón dijo...

Lamentablemente es así. Yo recuerdo que siempre le tuve mucho cariño a los abuelos de mis mejores amigos. Lo eran todo para mi. Son tan valiosos. Desde niña me gustaba escuchar a los abuelitos que se cruzaban en mi vida. Ojalá, los que aún tienen a sus abuelos se dieran cuenta del gran tesoro que poseen.

Yahya. Carlos Flores A. Escritor. dijo...

Mi abuelita y yo nos queríamos muchísimo y yo todavía la quiero. La echo mucho de menos.

Judithh C. Aragón dijo...

Que bonito que hayas disfrutado con ella. Como no extrañar a los abuelos...

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.