El periodista José Antonio Neme
sufre millonario robo en su departamento este fin de semana, mientras se
encuentra en Bolivia haciendo despachos para Ahora Noticias y el matinal Mucho
Gusto de Mega.
Los perpetradores entraron este
sábado al edificio de Las Condes e ingresaron a su departamento con copia de la
llave, sin que ningún vecino, conserje de turno ni el mayordomo vieran
absolutamente nada.
Se robaron relojes, cadenas,
medallas, corbatas, fotografías y otros bienes del comunicador que tienen tanto valor económico como emocional. Desde
luego, pretende seguir todas las acciones legales correspondientes.
¿Pero
cómo es posible que en un edificio aparentemente seguro, extraños penetren
hasta un departamento en el último piso y hasta sean grabados por las cámaras
abrazándose en el elevador para felicitarse por el botín obtenido, sin que
nadie pueda hacerse responsable? Dejo planteada la duda.
Neme reveló
importantes detalles del suceso esta mañana, en Mucho Gusto, donde se dieron un
espacio para analizar el modus operandi de los delincuentes que, a todas luces,
estaban muy bien informados. Supieron por ejemplo, en qué parte del armario
buscar una caja donde el periodista guardaba los objetos sustraídos y ni
siquiera debieron desordenar las demás pertenencias. Así también, reveló que
había encarado al mayordomo para saber su versión del hecho y éste, al verse
acorralado, admitió haberse retirado de su turno veinte minutos antes del
horario correspondiente, tiempo que los delincuentes aprovecharon para ingresar
sin ser detenidos por nadie.
Lo que
más agradecía era que días antes su madre se había llevado del departamento a
su perro, Duque, que ahora se encuentra en perfectas condiciones. Reconoció que
los bienes materiales no tienen demasiada importancia, comparados con la vida
de su mascota a quien parece querer como un verdadero compañero.
Ayer se
encontró con un vecino que le comentó haberse topado con la mujer integrante de
la banda. Ésta descaradamente tocó el timbre de otro departamento para
verificar si acaso estaba vacío y al verse sorprendida por el dueño, dijo
haberse equivocado.
En las
imágenes de seguridad se ven los rostros de cada malhechor mientras suben al
ascensor cargando la mochila de Neme y probándose un reloj. Esto seguramente
ayudará en la investigación considerando además que, algunos relojes robados
tienen grabados el nombre del propietario y número de serie. Sin embargo, la
reducción no les será difícil si son ladrones profesionales.
Desde esta
humilde tribuna y asumiendo que mis lectores son gente honesta, les solicito
que si ven en el comercio informal alguno de estos bienes robados, hagan la
denuncia correspondiente y no permitan que este delito quede impune como tantos
otros.
Siempre he
admitido mi admiración por Neme aunque en algunos temas discrepemos, como es
natural. En esta ocasión siento empatía hacia él, porque a todos nos ha
ocurrido lo mismo alguna vez en mayor o menor grado y ciertamente, resulta muy
frustrante ver violentado el espacio personal que uno considera refugio seguro.
Da mucha rabia e impotencia sentirse vulnerado y si bien lo material puede
reemplazarse, aunque siempre hago el llamado a no tener apegos materiales, es
atemorizante saber que un extraño fue capaz de meterse al hogar para llevarse
cosas que nadie valorará tanto como uno, en algunos casos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario